
Fue en su segunda declaración ante Garzón, cuando Tomás, que tenía el móvil apagado, recibió hasta ocho llamadas de Camps que quedaron registradas por el "pinchazo" de la Policía Judicial.
En una de las grabaciones que figuran en el sumario judicial, la empresaria Isabel Jordán -detenida el pasado día 6 y puesta en libertad, aunque imputada- asegura que abonó "una factura de 30.000 euros de una tienda que se llama Milano para pagarle los trajes al presidente Camps".
Fuentes conocedoras del sumario han asegurado a El Confidencial que J. T., empleado de la tienda de moda Milano en la calle Serrano de Madrid y más tarde de la franquicia de ropa de lujo Forever Young, fue llamado a declarar en dos ocasiones por Garzón.
En su segunda comparecencia ante el juez, el sastre -que había sido recomendado a Camps por Álvaro Pérez, El Bigotes, uno de los imputados en la trama- recibió ocho llamadas en su móvil, todas ellas del presidente de la Generalitat. El sastre tenía el teléfono intervenido por orden judicial.
Una portavoz oficial de Camps aseguró anoche que "No me parece que llamar por teléfono a un sastre sea un delito". Pero cuando este periódico le comentó que, cuando menos, llama poderosamente la atención que el presidente de la Generalitat telefonease hasta ocho veces a J. T. justo el día en el que éste prestaba declaración ante Garzón, la portavoz añadió: "No tenemos nada más que decir".
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