
29 ene 2009
A mi princesa del Rio del Arenal

Repaso cada una de nuestras fotos del 72 y 73, llenas de ternura, inocencia, y recuerdo cada instante de nuestros encuentros en los columpios, en la pista de tenis, en la sala de televisión, en tu cuarto cantando "la rancherita" y haciendo espiritismo y, por supuesto, en nuestras excursiones a las peñas altas del Arcipreste... tantas y tantas cosas que para mi fueron extraordinarias y que hicieron que, como ya he contado en otro post, enloqueciera por ti.
Y me volví compuesto y sin novia. Entre otras cosas porque no me hiciste ni puñetero caso. Pero fue tal la huella que me dejaste que te escribí mi primer poema. Lo recuerdo fielmente pero mi vergüenza me impedirá reproducir aquel maravilloso ripio de amor que lo reservo, exclusivamente, para los generosos e indulgentes oídos de mi princesa del Río del Arenal.
1 comentario:
En la oficina no se me pueden saltar las lágrimas. El nudo en la garganta y la sonrisa son todo uno en mí.
Mi príncipe, mi gallardo caballero, mi galán, mi amor, mi sueño... Ya eres una verdad completa.
Somos La más bella historia de amor jamás contada. Y, guión de peli, no sé. Pero, de la novela ya estoy tomando nota del esbozo.
No dudes que un día escribiremos al alimón esta maravilla que estamos viviendo.
Y, quién sabe, quizá la puedan comprar los amigos de nuestros nietos en una librería de Navacerrada. Quienes le pedirán a Juanito: "Oye, macho, mola la historia de tus abuelos. ¿Podrás pedirles que me la dediquen?
El mundo no se puede quedar sin saber que estas cosas que todos queremos que nos pasen, pasan entre gente corriente como tú y yo.
Gracias por ser así. No cambies nunca.
Muakiss!!
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