
Ubicada en una céntrica plaza de la ciudad donde había –lo quitaron- uno de esos ruidosos mercados de los de antes, Borsalino es una de las referencias gastronómicas de lo italiano a este lado del rio.
Le di -le dimos- cien vueltas a la carta buscando una estupenda piza de cebolla y morcilla que probé hace un par de años con unos amigos. Ya no la hacían.
Pero su recuerdo se coló injustamente –no era el momento- y por unos instantes en una bonita cena que fue presidida por un vino de la tierra que sirvió para brindar por los 44 y por todos los presentes y ausentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario