En efecto, el que faltaba en la foto dedicada a mi amada, mi bella musa del amor y de la ternura, pues era yo que, como fiel palafrenero y custodio de mi soberana, permanezco junto a ella, cuidando con las fieras de su seguridad y felicidad mientras ella, con la regia dignidad de gran sultana, ocupa el trono labrado en preciosas piedras del rio del arenal.Así que queda desvelado todo. Ya no hay secreto. Ese soy yo.



1 comentario:
Te espero como agua de enero.
Muak!
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