5 ene 2009

Que bonita estaba Navacerrada

Ya con 13 años escribí mi primer poema a Navacerrada. Y es que cuando amamos, aún a temprana edad, amamos más si lo hacemos en verso. Esto, que debe de estar entre lo cursi y lo inevitable, ya me pasaba a mi por allá de principios de los 70.

Ayer domingo hizo un día precioso y Navacerrada estaba engalanada con un sol radiante, un tradicional ambiente navideño y el ir y venir de familias buscando mesa en los bares de la plaza presidida por un bonito y sencillo Belén que ganaba la partida a unos cuantos, pocos, papanoeles colgados de los balcones de las casas gracias esa ola de neopaganismo y burrera colectiva que retira crucifijos mientras permite el velo y el Corán en los colegios españoles.

A lo que íbamos. Busqué a mi amigo Diego, al que siempre que voy por la sierra me encuentro tomando una cervecita. Esta vez no estaba. Y para no perder tiempo ni mesa -ya que no tenía reserva- me fui al mesón Felipe a saborear una estupenda sopa castellana y un sentido estofado de corzo que sació mi apetito pero, al mismo tiempo, abrió mi memoria -tan a flor de piel estos días- de cuando con unos buenos amigos pusimos entre pecho y espalda otro estofado, esta vez de ciervo, después de una entrañable y excitante jornada cogiendo rebollones. Otra vez los recuerdos...

Felipe lo borda y, como siempre, el servicio entrañable del personal hace que la comida sepa doblemente bien. Y vuelta a casa. Y sin demora ya que la bajada constante de coches desde el puerto auguraba un buen tasco a la entrada de Madrid que, al final, no se produjo.

Uno tiene la necesidad, a veces la urgencia, de compartir las cosas buenas de la vida. Y Navacerrada estaba muy bonita y el corzo -como aquel ciervo- muy pero que muy bueno.

smarah@hotmail.es

2 comentarios:

Berenice dijo...

mIRa quién está aquí! Otra vez.

Smara, te voy a contar un secreto, estoy muy, pero que muy preocupada (yo, que ya no hacía esas cosas)...

Resulta que estoy enfermando, con la salud que tenía. ¿Sabes que tengo?? Es horrible! Me he vuelto smaracómana, vamos adicta a tu blog, flipa!!

Te dije el otro día que me lo había papeado de cabo a rabo. Pues, es mentira. Me acabo de enterar. Es que sigo tan poco diestra en ésto de los blogs: a mí los post me aparecen y me desaparecen, no existen y luego resulta que sí.

Me paso otra vez de rollo.
Que, eso, que me estoy muriendo de gusto con todos esos post que han salido de la nada para mí. Que ésto es alucinante. Que no me lo puedo creer. Que me veo por todas partes. Y que no me lo creo.

Besito.

Berenice dijo...

Y, que sí, Navacerrada, ay mi Navacerrada del alma!

Cuántos milagros se habrán horneado en sus empedrados!

Cuántos, que sepamos.

Y, cuántos, también, que ignorábamos.