Silenciosas luciérnagas
testigos de nuestros días
en que el galán endulza la noche
junto al jazmín y la buganvilla herida.
En tu terraza abierta
a poniente y mediodía
yo te digo, niña mía,
que esos tus ojos
aún me deben la vida.
Eugenio García Mayo
Daniel Calveti: la niña de mis ojos.
http://www.youtube.com/watch?v=cozHWYWmN1c
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