Llega esta señora, a la que uno se imagina expendiendo bolsas de 'fish & chips' en su furgón por el condado de Staffordshire para sacar adelante a una cuadrilla de 'hooligans', vagos y maleantes, y se planta en el programa concurso más popular de su país con el fin de cantar un tema de 'Les Misérables' y hacerlo como los mismísimos ángeles. Y es que la belleza interior es la que importa. Y aquí queda como miserable todo hijo de vecino por juzgar al personal que sale en televisión por sus apariencias.
Susan Boyle, que tales son el nombre y apellido de la interfecta, vuelve a dejarnos a los sufridos residentes de la aldea global y 'youtubizada' con la boca abierta. Ya lo hizo en su día, en el mismo programa, Paul Potts, y el tipo, todo un 'freake' que aterraba, se gana hoy la vida como tenor. Este hombre con pinta de zampabollos nos dejó helados de emoción, estupefactos, cuando le oímos cantar "Nessum Dorma" como si del mismísimo Pavarotti se tratara.
La telerrealidad vuelve a superar a cualquier ficción que se precie de aparecer en pantalla. Susan Boyle y Paul Potts. Paul Potts y Susan Boyle. Tanto monta, monta tanto. Sobre todo si es a base de sendos vozarrones jondos e hipervitaminados como los suyos. Dos, son dos las excepciones que confirman esa regla televisiva por la cual andan los platós de medio mundo abarrotados de mediocres en busca de su minuto de fama.
A mí que no me digan que lo de estos dos 'triunfitos' no es arte sobrenatural y no lo que acostumbramos a escuchar aquí, en esta España en la que das una patada a una piedra y salen cuatro niñatos gritando: "¡Mamá, quiero ser artista!". Y nosotros que pensábamos que estos altivos ingleses tenían menos salero que Ken Loach ejerciendo de DJ Resident en un karaoke de pueblo. ¿Dónde están los Susan Boyle y Paul Potts españoles? ¿En qué pequeña aldea permanece, alejada de los 'flashes' y los focos de la fama, la Callas de nuestro país? ¿Por qué no salen los productores a la caza y captura de estos prodigios en vez de colocarnos a tanto friqui sin complejos?
Lo más parecido a esto que hemos tenido aquí fue la mítica Rosa de España, que se llevó de calle la primera edición de 'Operación Triunfo'. Y no, desde luego que la chica, por muy buena voluntad que pusiera al entonar lo suyo, no era lo mismo. Vamos, que ni remotamente parecido. Basta con comparar un poco y con ser, aunque nos duela, honestos. No es lo mismo.
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