
25 mar 2009
-Natalie Portman y yo

Al poco de ello leí en un periódico que se se convocaba una subasta benéfica de una cena con la Portman y me decidí a participar en ella.
Creo que pujé 3.000 euros y no recuerdo si, al final, mejoré mi postura visto que se me escapaba la oportunidad de quedar con este pedazo de actriz que me enamoró pese al papel de villana en la historia de Enrique VIII y de toda Inglaterra a la que fue capaz de llevar a un cisma político y religioso para alcanzar sus ambiciones personales, incluso a costa de la felicidad de su hermana, la verdadera legitimaria consorte de la corona y que acababa de dar un hijo al rey que, al final, acabó repudiado por el amor de la pérfida Ana (la Portman).
Hacía el papel de mala. Muy pero que muy mala. Pero estaba impresionante y esa noche me enamoré de ella.
Bueno, el caso es que como mi destino es el de perder grandes mujeres pues aquí se cumplieron los malos augurios y me quedé sin cena.
1 comentario:
Es que a tí te gustan las malas. Por eso pierdes a las buenas.
Publicar un comentario